lunes, 18 de abril de 2011

Mi vida en el infierno: Muerto y Enterrado



Desde lo mas profundo del precipicio
Emerge la figura de un suplicio,
Bajo un manto de oscuridad escarlata
Junto a alegres cadáveres de porcelana visceral.

Bailan estáticos y asquerosos
Sobre mis apestosas pesadillas,
Excitan mi dolor podrido
Con sus pálidas risotadas
Y sus marchitos aullidos de angustia,
Celebrando el banquete de mi muerte.

Imploran la memoria olvidada
De un ritual oscuro y absurdo,
Esparcen sobre mi sepulcro
El llanto de mis venas
Anegando mí lecho somático
De un carmesí oculto y primitivo.

Relumbra el lamento de la noche,
Desgarrando la calma del silencio
En un conjunto de lágrimas polvorientas,
Que no han de sofocar mi sufrir.

Estoy aquí sin testigos ni jurado,
Brutalmente por la vida condenado.
Estoy aquí por el tiempo aislado,
Triste, muerto y enterrado.